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La Magnetoterapia es una terapia física, disciplina de la Fisioterapia, que consiste en el tratamiento natural y sin efectos secundarios, de diferentes lesiones y patologías mediante la utilización de equipos generadores de Campos Magnéticos a baja intensidad y a baja frecuencia, para restablecer el orden magnético de nuestro organismo.
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El campo magnético terrestre es un recurso que está presente en la naturaleza, en nuestro planeta Tierra (Magnetismo Terrestre), indispensable para cualquier forma de vida.
Teniendo presente que la tierra posee su propio campo magnético y que es imprescindible para nuestras vidas, reputados estudios demostraron que nuestras células albergan fuerzas magnéticas que tienen que ver con nuestra salud. Este principio básico dio origen a la moderna ciencia de la Magnetoterapia.
Cuando la energía dentro de las células tiende a descargarse por cualquier motivo, el organismo advierte las consecuencias bajo forma de procesos inflamatorios, dolores en los huesos, en las articulaciones, en la espalda, heridas que no se cierran. El objetivo de la magnetoterapia es principalmente, recargar y regenerar las células que han perdido la energía vital.
En Estados Unidos, Alemania y Japón, la Magnetoterapia es una subespecialización dentro del campo de la fisioterapia que está teniendo un gran desarrollo desde hace años.
La profesión de magnetoterapeuta ya está implantada como una especialidad más dentro de la fisioterapia. Es habitual, en estos países, que los especialistas médicos incorporen este tratamiento en los protocolos de rehabilitación de sus pacientes.
En los últimos años se han demostrado más evidencias científicas que están situando a esta disciplina como una de las de mayor índice de efectividad en el ámbito de las terapias físicas.
En éstos y otros países, los pacientes tienen la posibilidad de realizar consultas con magnetoterapeutas profesionales que proponen un programa de tratamiento completo que incluye además suplementos nutricionales y ejercicio físico adecuados. |
Es la paradoja de esta época que la magnetoterapia, que demuestra estadísticamente el nivel de eficiencia más elevado de todos los métodos de curación hasta ahora conocidos, con un coste y riesgo potencial más bajos, queda al margen de la corriente principal. Además, por lo general, es el método de curación de última opción que se aplica tan sólo cuando los demás métodos tradicionales han fallado.
Actualmente, los especialistas en medicina reconocen la importancia de la prevención de enfermedades tanto a nivel general como en el estado subclínico de la enfermedad concreta. El asesoramiento médico acerca de los instrumentos magnéticos puede ser de una ayuda incalculable para muchas personas con problemas de salud.
En los últimos años ha aumentado el interés por este método y la magnetoterapia se ha extendido en todo el mundo por lo que se han construido muchos aparatos y equipos medicinales para aplicaciones de magnetoterapia. Según fuentes americanas se invirtieron en el año 1996 1.050 millones de dólares en dispositivos magnetoterapéuticos y en 1999 se invirtieron ya tres mil millones de dólares. Actualmente, más de 200.000 científicos en todo el mundo se dedican a la investigación del magnetismo.
El país que más investiga sobre su aplicación y efectos en Medicina es Estados Unidos de América con el 53% de los trabajos, a éste le sigue Alemania con el 14% y Japón con el 12%.
¿Cómo actúa?
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Una célula cargada de energía es capaz de defender con eficacia nuestro organismo. La magnetoterapia recarga y vuelve a polarizar las células que pierden su energía a sus valores ideales, aumentando así las defensas y anticuerpos del aparato inmunitario.
Los médicos expertos han comprobado que los átomos de hierro de los glóbulos rojos de la sangre responden al magnetismo. Ello explica que, cuando se aplica magnetoterapia sobre el cuerpo de un paciente, aumenta el flujo sanguíneo de esa zona, lo que conlleva a una mejora en el suministro de oxígeno a las células, estimula el metabolismo y ayuda a eliminar los productos de desecho.
Aplicada en cualquier zona del cuerpo, lo beneficia en sentido general, pues su acción se traslada por medio de la sangre y de la conducción nerviosa a cada sistema. La magnetoterapia constituye un elemento indispensable en la Medicina Moderna Alopática Tradicional y Complementaria, siendo altamente valorada sus virtudes como instrumento terapéutico, con el objetivo primordial de lograr la mejoría inmediata y el bienestar del paciente. |
Campo magnético perjudicial: ¿Qué campo magnético es demasiado fuerte y perjudicial?
Para que el campo magnético pulsante tenga los efectos deseados, su uso sea seguro (incluso sin necesidad de supervisión médica), su inducción no debe superar los 20 mT y su frecuencia no debe superar los 100 Hz. Un campo magnético pulsante de baja frecuencia no tiene efectos secundarios y se puede aplicar sin preocupación en las indicaciones correspondientes.
Si intervinimos en el estado natural de los organismos mediante un campo magnético fuerte, es muy probable que el organismo reaccione a este estímulo con una reacción también fuerte.
Antes se creía que el campo magnético fuerte no perjudicaba al organismo humano. Más tarde se demostró que las personas que trabajaban en fábricas donde estaban expuestas a un campo magnético artificial muy fuerte (trabajando con máquinas de soldar, hornos electromagnéticos) a menudo sufrían de cambios patológicos en el cuerpo, por ejemplo, se les pelaba la piel, o la tenían permanentemente enrojecida, latidos cardíacos irregulares, inapetencia, languidez, dolores de cabeza, sudoración excesiva, etc.
Debido a la industrialización y electrificación en los últimos años el campo magnético terrestre ha aumentado. Hablamos del llamado esmog electromagnético. La mayor causa son las centrales e instalaciones eléctricas (líneas de alto voltaje) en cuya cercanía el campo magnético es más intenso. Este campo magnético influye no solamente en los humanos y animales, sino también en las plantas.
El campo magnético de alta intensidad y alta frecuencia puede causar una serie de problemas de salud, como por ejemplo, dolores de cabeza, cansancio, problemas cutáneos, complicaciones neurológicas o alteraciones del ritmo cardíaco.
Algunas investigaciones demuestran que los tejidos vivos son muy sensibles a cambios muy pequeños del campo magnético. En la magnetoterapia pulsátil de baja frecuencia curativa el límite superior del campo magnético aplicado, que en organismos vivos tiene efectos positivos demostrados, es por lo general en unidades o decenas de mT. Valores mayores pueden influir en procesos metabólicos y causar daños del tejido.
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